Se han cumplido los primeros 30 días de la dieta. El balance es bastante positivo y muy prometedor de cara al futuro. Si antes de empezar este régimen, me levantaba a cámara superlenta del sofá, como si fuera en diferido, ahora puedo hacerlo a un ritmo normal sin sentir ningún dolor ni rémoras insufribles. Desapareció esa pesadez corporal que me acompañaba a diario, me canso mucho menos, tengo menos dolor, ando más rápido, en definitiva, estoy mucho más ágil. Clara mejoría.
La psoriasis, a un ritmo quizás más lento, mejora poco a poco, pues algunas lesiones han desaparecido por completo (la de la cara), y el resto cada vez se encuentran menos rojas y más blanquecinas, y con los bordes marrones, todo esto signo inequívoco de mejoría.
Hasta el momento, y como he dicho en algunos posts, y aún continúo así, no sigo la dieta al 100%, estoy entorno al 85-90%. ¿Por qué digo esto? Porque en la hora de la comida, no estoy respetando los tiempos de cocción indicados por Seignalet y añado casi siempre sal (marina) en poca cantidad. No estoy consumiento productos biológicos por temas económicos, lógicamente si pudiera los consumiría, pero me saldrían bastante caros a medio y largo plazo.
Básicamente, los alimentos que mi cuerpo no tolera para nada en estos últimos años, son todos aquellos que contienen almidón, así como el chocolate (éste para mi psoriasis es fatídico), las frituras, los productos de bollería y los aceites de mala calidad.
El gran problema, cuando te diagnostican una enfermedad como ésta u otras muchas raras es, sin duda alguna, el abordaje de la misma por parte de los médicos y la medicina. Entrar en el círculo de la medicación, fármacos y más fármacos bloquea la posibilidad de una recuperación rápida del organismo. Yo fui diagnosticado en 2002 de la espondilitis y los brotes fuertes no tardaron en llegar. En 2005, exactamente en 19 días (con un ayuno hídrico de 10 días) logré remitir por completo la enfermedad. Está claro que el llevar sólo 3 años de espondilitis a cuestas me ayudó a recuperarme tan rápido, de lo que deduzco que cuanto más tarde actúe en recuperarme de una forma completamente natural, más difícil se va a hacer. Y hubo rachas en las que llegué a tomar 12 pastillas diarias! Tras esa estancia en Zuhaizpe, entendí el gran negocio que es la medicina, junto a la industria farmaceútica.
Es muy barato, demasiado para la medicina, que un médico convencional te recomiende un ayuno, aunque crea firmemente en ello. Yo digo que si se practicara la verdadera forma de sanar el cuerpo, los hospitales estarían medio vacíos. Pero no interesa lo más mínimo, ya que vivimos en una sociedad, donde la pecunia es más importante que hasta la salud, y así vamos de mal. Lo que tiene solución de manera sumamente sencilla se convierte en un proceso complejo y sin retorno, si no abrimos los ojos a tiempo.
Creo firmemente en los beneficios de la dieta Seignalet, no puede ser perjudicial en ningún caso, no hay nada que perder y sí mucho que ganar.