AYUNO HÍDRICO
En la mañana del 4 de diciembre, me levanto completamente normal, sin malestar de ningún tipo. Continúo el ayuno a agua. Durante este día, de los peores en un ayuno hídrico, se me presenta mucha ansiedad por ganas de comer. Lógicamente, prefiero aguantar a tenor de lo bien que me está yendo. El día se salda sin ningún contratiempo destacable. Ligero debilitamiento, por otro lado normal durante esta terapia. Durante la noche, duermo bien.
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